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6 Capítulo 6: “La gestión del aula y las barreras educativas para los estudiantes hispanohablantes”, Dailia Plath

“La gestión del aula y las barreras educativas para los estudiantes hispanohablantes”

Dailia Plath

Spanish165, Capstone for Spanish Majors

Departamento de Idiomas y Culturas

Universidad de Drake, Des Moines, Iowa, EEUU

1 May 2020

Resumen

Este estudio evalúa las barreras educativas para los estudiantes hispanohablantes en los Estados Unidos a través del estudio de unas prácticas de la gestión del aula. Los estudiantes que se identifican como hispanos tienen tasas desproporcionadas de abandonar la educación secundaria, especialmente si no nacieron en los Estados Unidos. Las barreras principales son lingüísticas, las que consideran el uso de las lenguas en las aulas, y sociales, las que toman en cuenta la identidad y el sentido de pertenencia. La exigencia de hablar inglés, el control intenso del comportamiento y la falta de conocimiento y reconocimiento de las culturas diversas en las aulas son prácticas comunes del manejo de la clase que perjudican los estudiantes hispanohablantes. Para promover la educación justa, se sugiere que los maestros se evalúen formalmente el estado de ánimo y el comportamiento en las aulas de los estudiantes, implementen la enseñanza de la inteligencia emocional y la comunicación no violenta (CNV) e incluyen la pedagogía sociocultural en todos los aspectos de las clases. Para más investigación, se debe estudiar las relaciones del poder en las escuelas y cómo se puede crear un espacio abierto para la educación totalmente equitativa.

 

Abstract

This study evaluates educational barriers for Spanish-speaking students in the United States through the study of classroom management practices. Students who identify as Hispanic have disproportionate rates of high school dropout, especially if they were not born in the United States. The main barriers are linguistic, that include the use of language in the classroom, and social, which consider identity and the sense of belonging. The demand to speak English, the intense control of behavior and the lack of knowledge and recognition of diverse cultures in the classroom are common classroom management practices that harm Spanish-speaking students. To promote fair education, it is suggested that teachers formally assess student mood and behavior in classrooms, implement the teaching of emotional intelligence and nonviolent communication (NVC), and include sociocultural pedagogy in all aspects of classes. For further research, one should study power relations in schools and how an open space for fully equitable education can be created.

 

La gestión del aula y las barreras educativas para los estudiantes hispanohablantes

Dado que la educación es “el agente socializador más importante” (López Chegne, 2012), las escuelas proveen un espacio revelador para investigar las poblaciones diversas de los Estados Unidos. Este estudio enfoque en la población de estudiantes estadounidenses que hablan español como lengua nativa y que se identifican como hispanos. Para investigar la experiencia general de estos estudiantes en la educación secundaria, este estudio reconoce (a) unas barreras sistemáticas que impiden la educación en una manera distinta de los estudiantes de otras razas o étnicas, (b) las prácticas comunes de la gestión del aula que contribuyen a las barreras y (c) las implicaciones para los docentes. Los estudiantes hispanohablantes en los Estados Unidos enfrentan unas barreras sistemáticas al éxito académico a causa de unas prácticas comunes de la gestión del aula, las cuales se deben cambiar para implementar la mejor práctica.

Este estudio está situado en el contexto de la pedagogía crítica que reconoce la necesidad de enseñar las estrategias para cuestionar y comprender los sistemas sociales y su relación a la educación (Ortega Valencia, 2009). Generalmente, se asume que los Estados Unidos tienen una sociedad estratificada que marginaliza unos grupos de personas por varias razones, incluyendo la raza y la etnia, el estatus socioeconómico, el sexo, la ocupación y más. El fin de los estudios de la educación crítica es promover los cambios que transforman la sociedad, especialmente los espacios escolares con mucha influencia social, hacia la igualdad (López Chegne, 2012).

Las barreras sistemáticas

Primero, ¿cuáles son estas barreras sistemáticas para los estudiantes hispanohablantes? La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) nombra las desventajas socioeconómicas y las barreras lingüísticas como los obstáculos principales para los estudiantes inmigrantes en su éxito académico. Un informe del OCDE destaca la importancia de cambiar el sistema educativo que enfoquen en esfuerzos y recursos para desarrollar el potencial más alto de los estudiantes inmigrantes. La evidencia estadística del informe reconoce que muchos estudiantes inmigrantes no reciben la cualidad de educación necesaria para el éxito académico y para superar la adversidad.

Aunque muchos factores influyen el éxito académico, unas investigaciones concluyen que hay otros factores principales que afectan específicamente este grupo de jóvenes. Por ejemplo, para los inmigrantes latinoamericanos en el estado de Massachusetts, los estudiantes enfrentan unas barreras en la educación por el uso del español, la falta de identidad y el sentido de pertenencia en las aulas (Coronado Bohórquez, 2016). Cuando se niega la identidad cultural o personal, el aula se vuelve un lugar inseguro y se presenta una barrera al aprendizaje. Se construye la adolescencia culturalmente como un periodo de transición o liminaldad entre la niñez y la adultez y el tiempo que se pasa en las escuelas lo da mucho poder sobre el auto concepto de los estudiantes (Juárez, 2009). Es crucial que se considere lo que se dicen a los estudiantes sobre sus identidades, especialmente en las aulas con un docente con autoridad.

Con la autoridad de los docentes, tienen un papel fundamental en proveer los recursos y un entorno para que todos estudiantes adapten y triunfen (OCDE, 2017). Además, la perspectiva interna del docente afecta el aprendizaje en las aulas. Hay una distinción entre dos tipos del currículo en los términos pedagógicos: lo formal y lo oculto. El currículo formal considera el contenido y la metodología, mientras el currículo oculto toma en cuenta la capacidad cognitiva y la orientación ideológica del docente. López Chegne (2012) propone que el currículo oculto

se expresan a través de la práctica cotidiana de los docentes y se le ha denominado de ese modo porque su implementación es llevada a la práctica por el maestro, muchas veces de manera inconsciente; quien proyecta a través de este currículo su concepción del mundo y de la vida.

A través del currículo oculto, la imparcialidad del docente afecta claramente el aprendizaje de los estudiantes sobre si mismo, su cultura, la jerarquía social y el contenido de la clase. Dependiente en el docente, este aprendizaje puede ser dañino o emancipador. Por eso, sin cambiar el conocimiento y el aprendizaje del docente, la realidad de la estructura social que perjudica a los estudiantes hispanohablantes va a continuar.

Las estadísticas

Las estadísticas del Departamento de la Educación de los Estados Unidos claramente apoyan la idea, basada en las barreras sistemáticas, que la situación de los estudiantes hispanohablantes no está igual por razones de raza y estatus legal. Estas estadísticas sirven para contextualizar lo que es el éxito académico en el discurso de las barreras a la educación. Los estudiantes hispanohablantes enfrentan barreras al éxito académico que pueden impedir la posibilidad de graduarse. Un informe de 2017 del Departamento de la Educación en los Estados Unidos provee las tasas de los estudiantes que no completan sus estudios para los de 16 a 24 años según las categorías de la raza, la institucionalización, el sexo y la natividad a los Estados Unidos. También presenta la interseccionalidad de sexo y raza, natividad y raza y los subgrupos Hispanos. Otros aspectos son las tendencias en el estatus de la mano de obra de los que salen sus estudios como un resulto de las barreras en la educación. De los estudiantes que se identifican como hispanos, 8,2% no completan la escuela secundaria, en comparación con 5,4% en total (NCES, 2017). La natividad – que tiene que ver con el estatus como inmigrante, migrante o refugiado – desempeña un papel importante para los estudiantes hispanos. Del subgrupo hispano, 6,3% de los estudiantes que nacieron en los Estados Unidos no se gradúan, pero el número sube a 15,2% para los que nacieron afuera de los Estados Unidos (NCES, 2017). Es indudable que se reportan unas tasas desiguales de la graduación para los estudiantes hispanohablantes, especialmente para los que no nacieron en un país extranjero. De esta manera, las barreras exploradas anteriormente son barreras a la graduación, que es un requisito fundamental para muchos trabajos o la educación postsecundaria, y por eso afecta directamente el éxito académico.

Las prácticas de la gestión del aula

Antes de evaluar la práctica, cabe definir la gestión del aula en general. Pardo (2018) provee los aspectos que definen el concepto de la gestión del aula con la cita,

La gestión de aula envuelve un conjunto de acciones de variada índole que permiten construir un contexto propicio para el aprendizaje…donde se articulan instrucciones que potencian la construcción y organización de un ambiente físico del aula, estableciendo reglas y procedimientos que posibilitan la atención de los estudiantes. (p. 1)

El aprendizaje toma en cuenta más que sólo la enseñanza del contenido; los estudiantes aprenden sobre la organización social, las normas sociales y sus identidades a través de la gestión del aula.

Como concepto evaluado en esta investigación, se define las prácticas comunes de la gestión del aula como las que están utilizadas en muchas clases de la educación secundaria, de acuerdo con las investigaciones educativas y la educación moderna de los docentes. Muchas prácticas comunes son útiles y equitativas, como el uso de los grupos organizados, el currículum significativo para los estudiantes, la integración de la elección del estudiante y la autoevaluación (Pardo, 2018). Sin embargo, se necesita una evaluación más profunda para conectar unas prácticas problemáticas con las barreras lingüísticas y sociales para los estudiantes hispanohablantes. Dado que el aula tiene un papel central en la autocomprensión de la identidad de los estudiantes, la manera en que el docente gestiona tiene un efecto directo en el sentido de pertenencia y la percepción de la identidad personal y cultural de los estudiantes.

Para muchos docentes, gestionar el aula significa la intervención de los comportamientos negativos y de las interrupciones del aprendizaje. En cambio, Pardo (2018) describe que las investigaciones sobre este tema están desarrollando para adoptar “una perspectiva de prevención” que enfoque en las reglas y las estrategias que apoyan la cooperación en las aulas (p. 3). Aunque la perspectiva de prevención es un paso adecuado en la dirección correcta, estas estrategias tienden a faltar la consideración de la identidad en la práctica y todavía sigue unas prácticas problemáticas. La exigencia de hablar inglés, el control intenso del comportamiento y la falta de conocimiento y reconocimiento de las culturas diversas en las aulas son prácticas comunes del manejo de la clase que perjudican los estudiantes hispanohablantes.

Según The Latino Education Crisis, la lengua ha sido una parte fundamental de los derechos civiles para los hispanos en los últimos 60 años con respeto a las escuelas. Históricamente, la enseñanza del inglés fue una manera de convertirse las identidades de las personas de culturas y razas diversas para conformar a la norma percibida. La educación ha estado basada en la imparcialidad política en vez de la mejor práctica a lo largo de la historia de la educación (Gandara & Contreras, 2009). La exigencia de hablar inglés es una práctica que refleja la idealización de la homogeneidad y la falta de apoyo y recursos para muchos idiomas diversos. Aunque la estrategia de exigir inglés surge de la mejor metodología percibida, en realidad funciona para marginalizar unos estudiantes más que otros. Cuando los docentes exigen que los estudiantes hispanohablantes usen solamente inglés, están inconscientemente negando el español como una herramienta necesaria para el aprendizaje del contenido. Asimismo, la negación del idioma en las aulas da el mensaje que la cultura y la identidad de los estudiantes no le importa al docente o entre las normas sociales percibidas (Gandara & Contreras, 2009).

Tradicionalmente, el control del comportamiento para demonstrar la autoridad del docente ha sido un concepto fundamental para la gestión del aula. Mirando desde una perspectiva crítica, el control funciona para un propósito reactivo, en vez del mejor propósito preventivo. Cuando los docentes exigen todo el control del comportamiento en el aula, crean un entorno autoritativo y no democrático. Por eso, continúa actuando la jerarquía social dañino que perjudica los estudiantes hispanohablantes. Las clases de segunda lengua son únicas por el requisito de comunicación e interacción entre estudiantes que aumenta el aprendizaje del idioma (Macias, 2018). Para los estudiantes hispanohablantes que todavía están aprendiendo el inglés, ya que se podría considerar casi todas las clases como clases de segunda lengua, estas consideraciones son especialmente pertinentes a aquellos estudiantes.

La falta de conocimiento y reconocimiento de culturas diversas con relación a la gestión del aula provoca la imparcialidad, aunque inconscientemente, de los docentes. Las reglas y las estrategias están basadas en las normas de la clase media de los Estados Unidos, así que normalmente no toman en cuenta las normas culturales diversas de los estudiantes. Cuando no se consideran las normas diversas, los docentes emplean el tratamiento diferencial por los comportamientos que los docentes consideran normal. El contacto visual, hacer preguntas, la autoridad percibida del docente, seguir las instrucciones, las interacciones entre pares, los conceptos del tiempo, etc. son ideas y acciones involucradas en la gestión del aula y difieren en las normas y expectativas culturales (Ting-Toomey & Chung, 2012, pp. 130-153). Los docentes tienden a culpar los estudiantes por los problemas con el comportamiento sin comprender las normas culturales y las expectativas diversas, consiguientemente marginalizando los estudiantes con fondos diversos. No se debe asumir que todos los estudiantes hispanohablantes siguen normas divergentes que la mayoría de los docentes, pero es crucial ser consciente y considerado de la posibilidad de diversidad entre los estudiantes para promover el tratamiento equitativo.

Las implicaciones para los docentes

Sin duda, los docentes desempañan un papel fundamental en la autocomprensión de los estudiantes hispanohablantes a través de la gestión del aula. A veces, los docentes no están preparados por desempañar este papel. Por observar las clases y entrevistar a unos maestros, Coronado Bohórquez (2016) concluye que los docentes requieren un programa de formación para conseguir las herramientas pedagógicas necesarias para apoyar el aprendizaje de los estudiantes inmigrantes. Además, se debe considerar la imparcialidad y el privilegio del docente. Los docentes tienen que estar atentos a sus perspectivas de los estudiantes y de las culturas diversas para continuamente implementar la mejor práctica.

Una investigación psicológica concluyó que las emociones del docente afectan directamente la eficacia de la enseñanza. Los estudiantes perciben que el docente sea más competente cuando observan los estados de ánimo positivos (Perandones González, 2016). De acuerdo con esta información, se debe evaluar o autoevaluar el estado de ánimo y el comportamiento de los docentes porque afecta directamente las percepciones de eficacia de los estudiantes. Esta evaluación puede tomar la forma de reflexión individual o la responsabilidad de un grupo de docentes. Si hay la oportunidad, las escuelas deben llevar a cabo un programa administrativa en toda la escuela. Por ejemplo, la universidad de Yale ha creado el programa RULER para aumentar la inteligencia emocional y social en las escuelas (Yale Center for Emotional Intelligence, 2013). En estos programas, los docentes y la administración aprenden sobre el estado de ánimo y pueden acceder unos recursos para desarrollar la positividad en las escuelas y aumentar la percepción de eficacia de los docentes.

Para aumentar la autoestima de los estudiantes, algo que también tiene que ver con la autocomprensión de los estudiantes hispanohablantes, es necesario integrar un discurso explícito de la inteligencia emocional. Cuando se enseña explícitamente la inteligencia emocional e implementar la comunicación no violenta (CNV), se reduce la ansiedad en las clases con un idioma nuevo y se promueve la autoestima en la identidad propia (Villegas & Barquero, 2014). Para los estudiantes hispanohablantes que enfrentan las barreras académicas por la falta de validación de la identidad, aumentar la autoestima es una consideración especialmente fundamental. Como un líder en la clase, el docente debe demostrar esta inteligencia emocional y promover la vulnerabilidad en un espacio abierto. Con relación a los discursos de las emociones, se tiene que tomar en cuenta que las culturas diversas interactúan con las emociones en unas maneras diferentes. Por eso, se puede proveer o pedir que los estudiantes provean unas estrategias para manejar sus emociones en una manera que está atenta a su propia cultura.

Como se discutía anteriormente, el sentido de pertenencia en las aulas es una barrera primaria al éxito académico para los estudiantes hispanohablantes. Unas de las prácticas más efectivas para incluir los estudiantes es incluir las familias de los estudiantes e implementar la enseñanza sociocultural para que los estudiantes hispanohablantes puedan aumentar su orgullo en la identidad cultural y el sentido de pertenencia en las aulas (Coronado Bohórquez, 2016). Para incluir las familias, el docente debe establecer una manera de comunicar frecuentemente con las familias sobre su estudiante y el contenido de la clase y encontrarse cara a cara para establecer una relación más personal. La enseñanza sociocultural incluye la expresión personal de la cultura propia del estudiante y la representación de las visiones del mundo o unas figuras diversas, dependiente del contenido de la clase (Coronado Bohórquez, 2016). Sobre todo, la meta es que los estudiantes tienen un sentido de pertenencia fuerte a través del contenido del curso, la comunidad del aula y la conexión con la familia y la comunidad fuera del aula.

De acuerdo con muchas prácticas comunes, se debe centralizar la elección y la voz del estudiante para mejorar el éxito de todos los estudiantes. Sobre todo, cada clase tiene necesidades y circunstancias distintas; por eso, siempre es necesaria crear relaciones genuinas con los estudiantes para comprender la mejor práctica (Pardo, 2018). Por la intencionalidad y la mente abierta del docente, se puede erradicar unas barreras sistemáticas que perjudican los estudiantes hispanohablantes y aumentar el éxito de todos los estudiantes.

Conclusión

Esta investigación da sugerencias para disminuir las barreras académicas y promover el éxito de los estudiantes hispanohablantes a través de evaluar la gestión del aula en la educación secundaria. Las barreras para los estudiantes hispanohablantes están centradas en la identidad cultural y el sentido de pertenencia en las aulas, y el efecto de las barreras se presenta en las tasas más bajas de la graduación para los estudiantes hispanos que no nacieron en los Estados Unidos. Se debe cambiar las prácticas que perjudican a unos estudiantes por razones de la identidad, como la exigencia de hablar el inglés, el control autoritativo del aula y la falta de conocimiento de las normas culturales y expectativas diversas. Con la influencia de los docentes en el desarrollo psicosocial de los estudiantes, es crucial que se implementan prácticas equitativas que concentran en la identidad. Estas prácticas incluyen la evaluación de la imparcialidad y la inteligencia emocional del docente, la enseñanza de la inteligencia emocional para los estudiantes, la inclusión de las familias y la enseñanza sociocultural. Con la crítica continuo de la educación, se puede mejorar la educación para todos los estudiantes en los Estados Unidos.

Para más investigación

En el contexto de la pedagogía crítica y sociocultural, lo que todavía se podría estudiar formalmente son las relaciones del poder en las escuelas y cómo se puede crear un espacio abierto para la educación totalmente equitativa. Para profundizar la comprensión de las necesidades de los estudiantes hispanohablantes, se debe encuestar aquellos estudiantes para aumentar su voz en el discurso de su propia educación. La información en este estudio y otros estudios sobre la justicia social debe ser accesibles para todos los estudiantes para que tengan una voz educada en la lucha para una educación excelente. En otro contexto, esta investigación puede desarrollar el estudio de la justicia social en general o proveer una base para comparar la educación de otros países y la educación de los estudiantes extranjeros de cualquier país.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bibliografía

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